Hombres de Galilea, ¿qué hacen ahí mirando al cielo? Este que ha sido llevado, este mismo Jesús, vendrá como lo han visto subir al cielo.
He. 1: 11
Escrito está que Jesús de Nazareth volvería humilde y como ladrón de noche; pero brillante como un sol, de sabiduría infinita.
El Hijo Primogénito es una jerarquía solar; la mayor después del divino Padre; en esta divina jerarquía están incluídas todos los mundos de la carne; la humana y otras infinitas; cada Trinidad posee sus propios poderes.
El divino orígen de mi Hijo Primogénito, es tan antiguo como la divina antiguidad de su divino Padre; porque lo que es del Padre, es del hijo; la Trinidad Universal está en todos y se rige por sí misma; su divina expansión es creadora de mundos y soles; el espíritu y la materia son sus efectos; la causa es el Padre.
Poder y el brillo magnético del Hijo Primogénito, pertenece a un todo que no se divide; sirve a un sólo señor.
La diferencia entre el Hijo Primogénito y el género humano, es abismante; la mente humana no puede calcularlo; hay que nacer de nuevo infinitas veces para comprenderlo; toda jerarquía solar, como lo es Cristo, ha vivido mucho; ha conocido mundos en un grado tal, como la mente pueda imaginar; y no sólo mundos de la carne; como lo es la Tierra; un sistema de vida casi desconocido en el universo; sino que mundos de infinitas escencias; donde la muerte se desconoce; donde las eternidades rivalizan entre ellas; mundos de todas las categorías imaginables; mundos del macro como del microcosmos; y mundos que jamás comprenderá el conocimiento humano.
El Hijo Primogénito; el hijo Solar Cristo, también fué chiquitito y humilde; fué un monito de carne; en microscópicos mundos que ya no están; pues todo el universo que hubo y ya no está, fué recorrido por el Hijo Primogénito; él nació ó reencarnó en mundos de todas las categorías imaginables; padeció por esas humanidades, en diferentes e infinitas formas; según la maldad principiante y evolución de esos mundos; todo cuesta en el universo; hasta los hijos Primogénitos, han cumplido con la divina ley que dice: Te ganarás el pan con el sudor de tu frente; esto no es sólo para el alimento del cuerpo; también lo es para todo orden de dificultad; que deben experimentar todas las criaturas al venir a los mundos.
El Hijo Primogénito constituyó en este mundo, una doctrina Planetaria; he aquí el significado de la divina parábola: Por el fruto se conoce el árbol; quiere decir que por el contenido intelectual de una doctrina, se deduce su jerarquía; quien transforma totalmente a un mundo, ése es un primero en conocimiento delante del Padre.