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domingo, 20 de diciembre de 2009

cerremos filas con ollanta

Para nadie es un secreto que la única posibilidad que tenemos las fuerzas antineoliberales y progresistas de salir airosas en la elecciones del 2011, es asegurando un frente que aglutine en su seno a los diversos componentes y organizaciones del campo popular. El eje medular de este frente es el aspecto programático, donde la ruptura con el modelo neoliberal y la posibilidad de devolverle al pueblo la capacidad de rehacer soberanamente el estado a través de una Asamblea Constituyente se convierten en los factores más importantes.

El nacionalismo presentó y presenta un programa que recoge los principales planteamientos que durante años levantan las organizaciones sociales y políticas del pueblo y la izquierda en el país. Y que ese programa logró marcar la agenda política durante las elecciones pasadas que fueron por ello mismo la más política desde principios de los 80 cuando la vieja izquierda era poderosa, capital que luego dilapidó.

Las elecciones presidenciales del 2006 polarizaron el país a partir de la disyuntiva entre continuismo v/s cambio, siendo la figura de Ollanta Humala la encargada de expresar esta voluntad de cambio de las grandes mayorías con más de seis millones de votos. Hoy por hoy el liderazgo de Ollanta adquiere vigencia a partir del rechazo de la gente a la política neoliberal y a la instalación en el imaginario popular de una propuesta nacionalista que nos permita recuperar la soberanía nacional y dotar de poder de decisión a la ciudadanía.. Esa es una cuestión objetiva, la candidatura de Ollanta Humala es la mejor ubicada de lejos para dar esa pelea contra los grupos de poder y los partidos tradicionales.

EL SECTARISMO

Lamentablemente no todos los ven así, por eso alientan candidaturas alternativas desde el campo popular. Aparecen así el padre Marco Arana, «Perú Plurinacional» de Miguel Palacín, dirigente de CONACAMI, la del indígena Pizango y también Antauro Humala que entraría al ruedo con lista propia. Lo peor de todo es que para estos personajes el enemigo central pareciera ser Ollanta pues sus baterías más gruesas van dirigidas contra él. Sin embargo ignoran que Ollanta es más que Ollanta, que Ollanta es la expresión de un pueblo que lo ha convertido en su instrumento de cambio. Un segundo aspecto es que Ollanta es parte los nuevos procesos latinoamericanos progresivos que recorre el continente pues levanta su mismo programa.

Es a partir de descalificar el liderazgo de Ollanta que estás opciones pretender ganar espacio entre el pueblo, con lo cual lo único que conseguirán es hacerle un grueso favor a la derecha promoviendo la dispersión del voto.

LA CONTRA CAMPAÑA

El gobierno y sus socios han valorado correctamente esta situación, por eso desde sus voceros periodísticos maliciosamente se deslizan ideas como que es muy bueno y saludable para la democracia que exista pluralidad en las alternativas al neoliberalismo, el mensaje de fondo es: que no vaya Ollanta solo, que vayan varios ¡¡divide y reinaras!!

A ello se suma la campaña que se sostiene el PNP es un partido violentista. Lo que busca esa campaña es aislarnos de otras representaciones políticas democráticas, progresistas o de izquierda con las que podríamos confluir en un gran frente político.

SOMOS UN PARTIDO PROGRAMÁTICO

Hacemos eje en el programa y somos incluyentes, son parte del Partido Nacionalista todos aquellos que suscriban el programa nacionalista que como se sabe hacen eje en la necesidad de convocar a una Asamblea Constituyente para reformar el estado, nacionalizar los recursos naturales, las empresas estratégicas y dotar al estado de un rol preponderante en la promoción del desarrollo económico y social, promoviendo un proceso de integración latinoamericana que nos permita enfrentar de mejor manera el saqueo generado por el imperialismo desde sus instituciones transnacionales.

GANAR EN PRIMERA VUELTA

En las próximas elecciones presidenciales del 2011 no habrá lugar para candidatos sorpresa. La lucha será entre quienes cierran filas contra Ollanta y quienes se alinean con la propuesta nacionalista aún desde sus particulares puntos de vista.

Muchos argumentan que en una segunda vuelta si se sumarian a la candidatura de Ollanta, sin embargo no se dan cuenta de lo que se trata es de ganar en la primera a partir de la más amplia unidad ya que en una probable segunda vuelta seria mas difícil obtener una victoria por el inmenso aparato desplegaría la derecha y los neoliberales.